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Desde que el mundo es mundo


Hoy me ha surgido esta expresión sin pensar: "Desde que el mundo es mundo". Y rápidamente la he tomado como el rayo divino que atraviesa mi cabeza cual luz inspiradora para escribir este artículo. Creo en estas cosas, en la llegada inmediata de una idea como señal importante de algo. Pero claro, tiene su coste: lo de ‘sin pensar’ hay que transformarlo en ‘ahora ponte a pensar y escribe’.

¿Y desde cuándo se considera que el mundo es mundo? En su sentido general, la palabra “mundo” se refiere a la totalidad de entidades, al conjunto de la realidad o a todo lo que fue, es y será. ¡Toma ya! Me produce cierto vértigo o desasosiego reflexionar sobre la expresión última ‘todo lo que fue, es y será’, ya que implica todo el espacio y todo el tiempo. Universo, cosmos,… Abandono el reto. No ha lugar la aplicación del título que nos ocupa.

Cerrando un poco el círculo conceptual, nos avenimos a otra acepción de mundo que habla del conjunto de todas las cosas que existen y de la humanidad. Bien, nos vamos centrando. Ya hablamos de presente e introducimos algo importante: los humanos. En realidad, en esta definición podría añadirse la puntualización ‘que sepamos’, pues damos por hecho que desconocemos la posible existencia de cosas o seres más allá de nuestro alcance.

El término ‘mundo’ adquiere un significado más restringido cuando lo asociamos directamente con nuestro planeta Tierra y la humanidad que la habita. Aquí ya me siento más cómoda, ya podemos asignarle la expresión ‘desde que el mundo es mundo’. Entramos en lo mundano de lleno. Entonces, equivaldría a decir ‘desde que el hombre tuvo uso de razón’ o también ‘desde que el humano tuvo conciencia de que podía cambiar el territorio que pisaba aprovechándose de él a su conveniencia’. Mas resulta que se trata de un tiempo difuso, hace unos cuantos miles de años, bastante impreciso. En realidad, sólo podemos asirnos a la escritura, vestigio fiel de los usos y costumbres que definían el mundo desde que es mundo, o el hombre desde que es hombre, desde que trató de transmitir mensajes mediante signos y que otros pudieran interpretarlos.

Existe otra señal, opuesta al sentido bueno que define al humano comunicativo, y que determina el movimiento del mundo: el conflicto. Llámese guerra, agresión, invasión, enfrentamiento. Siempre originado por el venenoso sentido de la propiedad o dominio. El poder. Ahí quería llegar. Y decir lo actualmente evidente: Desde que el mundo es mundo las guerras son terribles, auténticos fracasos de comunicación, que sólo sirven para negocio de unos pocos, y dolor, pérdida, desolación y muerte para la mayoría. Paul Valéry lo definió así: “La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran”. 

Y acabo con otra sentencia demoledora: “No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la Cuarta Guerra Mundial: palos y mazas”, Albert Einstein dixit. Y el mundo volverá a cuando empezó a ser mundo.

9-4-2022

[Imagen: Robert Capa. Detalle de fotografía de la serie Guerra Civil española]

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