Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2023

Psiquiatrizar la vida

El panorama de dolencias psicológicas y psiquiátricas cada vez es más extenso y determina gran parte de nuestras relaciones. ¿Qué está ocurriendo? Yo me pregunto si realmente los trastornos de la mente y la conducta son más numerosos y evidentes, o es que los especialistas nos los muestran con mayor frecuencia y se difunden rápidamente. Porque ahora proliferan los síndromes de todo tipo y de dudoso fundamento: posvacacional, del nido vacío, del cambio de hora, de la cabaña, del impostor... Éste último acabo de descubrirlo y me ha dejado atónita. Consiste en pensar, cuando uno triunfa, que ha llegado ahí por suerte y que en el fondo no lo merece. Sentirse un impostor y temer que te descubran. Vaya… ¿Y a eso hay que llamarlo síndrome? Por favor, dejemos de banalizar, pues estamos convirtiendo en enfermedad unos simples procesos a los que sólo hay que adaptarse. Entre miedos, fobias e hiperactividades varias nos están presentando un escenario cuasi-infantil, donde cualquier carita triste,

Sonríe o muere. La honestidad bajo mínimos.

¡Qué bonito todo! Sonreír nos acerca a la comunidad desconocida del otro lado del espejo. Mas una sonrisa permanente ya no es creíble. El espejismo no engaña: 'es' el mismo engaño, honestamente hablando. Te ofrezco el menú de hoy, exclusivo para ti, que sé que me adoras. De primero: ensalada de emojis, fresca y primaveral. De segundo: solomillo de ego, tiernísimo, acompañado de esferificaciones poéticas con aroma de narciso. De postre: lacitos rellenos de crema amorosa salpicados con pepitas de chocolate amargo. Ven y pruébalo. Págame fácilmente, con tu tarjeta de ‘likes’. Todo son ventajas. Yo feliz, tú también. Sonrisa aquí, sonrisa allá, maquíllate, maquíllate. Un espejo de cristal y mírate, y mírate. ¡Miénteme, tonto! Ten piedad de mí. Haz como que me quieres, como que me escuchas, como que te importo. Tu mentira es mi gasolina, tus besitos mi motor, tu ‘me gusta’ mi volante. Y allá vamos, por la carretera que lleva directa al éxito. ¡Qué bonito todo! Sonreír o morir, ésa e