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Sonríe o muere. La honestidad bajo mínimos.


¡Qué bonito todo!

Sonreír nos acerca a la comunidad desconocida del otro lado del espejo. Mas una sonrisa permanente ya no es creíble. El espejismo no engaña: 'es' el mismo engaño, honestamente hablando.

Te ofrezco el menú de hoy, exclusivo para ti, que sé que me adoras. De primero: ensalada de emojis, fresca y primaveral. De segundo: solomillo de ego, tiernísimo, acompañado de esferificaciones poéticas con aroma de narciso. De postre: lacitos rellenos de crema amorosa salpicados con pepitas de chocolate amargo. Ven y pruébalo. Págame fácilmente, con tu tarjeta de ‘likes’. Todo son ventajas. Yo feliz, tú también.

Sonrisa aquí, sonrisa allá, maquíllate, maquíllate. Un espejo de cristal y mírate, y mírate. ¡Miénteme, tonto! Ten piedad de mí. Haz como que me quieres, como que me escuchas, como que te importo. Tu mentira es mi gasolina, tus besitos mi motor, tu ‘me gusta’ mi volante. Y allá vamos, por la carretera que lleva directa al éxito.
¡Qué bonito todo!

Sonreír o morir, ésa es la cuestión. Peligrosa cuestión.

El sentimiento de fracaso y su evidencia pública no tienen derecho a mesa en tu restaurante happy, tampoco la decepción. ¿Y dónde los sentamos, entonces? Porque haberlos, los hay, y están dispuestos a romper los cristales del garito para entrar. Claro, es que prometes flores a la galería cuando en tu jardín no hay sustrato, y lo haces sólo para recibir clientes poperos ‘smiley face’.
Entérate de una vez. Si va a ser sí, di sí. Si va a ser no, no digas sí, di no. Si va de que no lo sabes, di que no es seguro. La razón de tu respuesta no importa. Importa la honestidad. Actuar en consecuencia con uno mismo y los demás se vende caro, por eso las existencias se encuentran hoy bajo mínimos. Porque nos están enseñando que hay que tener mucho cuidadín en no provocar rechazo, heriditas, mal rollo, no sea que la reacción prójima se vuelva contra nosotros y aquí se acabe la felicidad y nos muramos un poco. El lema “sonría, por favor” ya equivale a “sobreviva como sea”. 

Pues aviso, a mí no me vengan con engañabobos. Sean honestos. Si no les apetece sonreírme no lo hagan. Sobreviviré. Aquí paz y después gloria.

;)

11/1/2023

[Imagen: Sergéi Ivanov. "Las medias rojas" (1967)

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