Casi a cada hora vienen recordándonos los medios de comunicación cuántos días faltan para el Mundial de fútbol en Catar. Concretamente hoy faltan ocho días. Ayer, el entrenador de la selección nacional de España, en un escenario a todo tren, ni que fuera el desaparecido Steve Jobs anunciando el último modelo de Apple, nombraba uno a uno a cada jugador elegido para componer el equipo estrella. ¡Qué despliegue sin merecerlo! Reconozco que tantos y tan preciados minutos de información futbolística en una televisión o radio pública me saturan y hasta me indignan. Lo llaman deporte, cuando sólo es un mercadeo insultante. Conforme se acerca la fecha del acontecimiento futbolero, el punto culminante informativo de hace unas semanas va perdiendo gas. Me refiero al hecho de que las autoridades cataríes insisten en declarar su intolerancia a la homosexualidad, centrada más en los hombres, pues el mundial es de fútbol masculino. En el país de Catar, o Qatar, con una superficie similar a Murcia
Una de cal y otra de arena. Una selección de mis artículos de actualidad. Mi columna de los sábados. Por Marisa Lanca