¿Por qué miramos al cielo cuando esperamos que un deseo se cumpla? No le pedimos a Pigmalión precisamente, que ni fue santo ni dios griego. Sin embargo, algo tiene que ver con deidades y en este asunto. Fue un escultor que vivía en la isla de Creta y se enamoró de una bellísima estatua que él mismo había creado: Galatea. Tan fuertes eran sus sentimientos por ella que la diosa Afrodita le concedió el deseo de convertirla en mujer de carne y hueso, para poder amarla en la vida real, como así fue según el mito que recreó Ovidio en sus Metamorfosis . El psicólogo social Rosenthal bautizó con el término ‘efecto Pigmalión’ al fenómeno mediante el cual las expectativas y creencias de una persona influyen en el rendimiento de otra, tanto para bien como para mal. Sin duda, es de puro sentido común. La predisposición a tratar a alguien de una determinada manera condicionará en mayor o menor grado su conducta. Cuando estas expectativas proceden de un individuo hacia sí mismo, el fenómeno se conoc
Una de cal y otra de arena. Una selección de mis artículos de actualidad. Mi columna de los sábados. Por Marisa Lanca