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Mostrando entradas de diciembre, 2020

¿Necesidad o necedad?

Hoy los medios nos han dado una gran noticia: ha llegado a España la vacuna anti-covid-19. Los reporteros de diferentes televisiones y comunidades autónomas ya nos han anunciado in situ que mañana se inyectarán las primeras unidades, en qué lugares y a qué tipo de personas. Igual que nos han ofrecido imágenes del primer y único paquete de vacunas (simbólico) cubierto con una gran pegatina amarilla con el logotipo de Gobierno de España, me juego un vinito a que, sin rubor alguno y en domingo, retransmitirán en vivo y en directo el momento preciso en que se introduce la primera aguja en vena, así como el rostro, el nombre, la edad y condición tanto de la enfermera practicante como del paciente receptor. Además, imagino que un número indeterminado de móviles sanitarios anónimos filmarán la magnífica escena para que no falte detalle. Declaraciones en exclusiva, imágenes repetidas en bucle, entrevistas hasta a vecinos que pasean por delante de la puerta del hospital o residencia de anciano

De membrillos

Hoy he cocinado carne de membrillo. Mi madre me ha enseñado a prepararla y saborearla, y mi padre a amar el fruto que con tanto primor cultiva junto a otros frutales. Su nombre científico es Cydonia oblonga . En la antigua Grecia era un fruto consagrado a Afrodita con el nombre de chrysomela , esto es, ‘manzana de oro’. Fue símbolo del corazón y los enamorados enviábanselo atravesado con una saeta. Así pues, el membrillo se ha relacionado tradicionalmente con el matrimonio, la fertilidad y el sexo. A principios del s. XVII el maestro Diego López recomendaba en unos versos que la esposa, antes de acostarse con su esposo, comiese un membrillo, pues importa que la gracia que sale de la boca y de la voz debe ser bien compuesta, y el membrillo rehace el corazón y pone suave aliento. Asimismo Cervantes, en la segunda parte del “Quijote”,  escribe un pasaje donde el médico Pedro Recio recomienda al gobernador Sancho Panza una dieta específica “para conservar su salud y corroborarla”, que cons

Nuevas tecnologías [Parte I]

El término “tecnología” procede del griego téchnē (arte) y lógos (tratado). Fíjense, para dar con ese significado tenemos que dirigirnos a la tercera acepción que aparece en la RAE: Lenguaje propio de una ciencia o de un arte. Sin embargo, la acepción principal, la número uno, a lo que debemos atender es: Conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. El mundo se vuelve pragmático. Cambiamos el arte por la ciencia, el disfrute creativo por la productividad, el tiempo de recreo por el cronómetro, la belleza por la utilidad, la filosofía por el márketing, el conocimiento por la información. Cuando todo puede coexistir en su justa medida, los que deciden ahí arriba pretenden polarizar nuestra forma de vivir hacia derroteros bastante fríos y tecnológicos. Añadamos ahora el adjetivo “nueva”, que es como darle el toque maestro. Y en plural, ya ni te cuento. Nuevas tecnologías. Resulta algo sugerente, tentador, seductor. Resuena e

De imperfecciones, defectos y otras frustraciones

¿Buscamos la perfección? Yo sí, de toda la vida. Será por eso que me encuentro defectos desde siempre. El tiempo va cambiándolos; más bien digamos, suavizando la visión que tenemos sobre ellos. Venimos a este mundo con alguna tara, perceptible o acurrucada. Lo asimilamos, tampoco es para tanto, y tratamos de potenciar aquello que sabemos no del todo perfecto pero por lo menos no va a decepcionar, casi que nos conformamos con eso. Sin embargo, he aquí que en algún momento llegan los accidentes, la enfermedad, el deterioro. ¡Ay, amiga! Con eso no contabas ¿eh? Pues no, nunca se cuenta con eso. ¡Qué mala suerte! ¿Por qué yo? ¿Ahora? ¿Ya? Son algunas de las expresiones que nos vienen a la cabeza. Fallo del sistema. Alarma. Alarma. No se puede reiniciar. No hay vuelta atrás. Aunque la mayoría de las veces existe remedio, cura, alivio, parches o prótesis. Y a seguir caminando. Los objetos se estropean por el uso, fundamentalmente. También por el rozamiento, la climatología, o incluso la obso